De momento, es el triste y trágico resultado con el que 20 familias de usuarios de la residencia DomusVi carballesa se han encontrado. Alguien debería de dar explicaciones. Entendemos que es una pandemia mundial, pero también entendemos que es un centro privado, con atención medicalizada las 24 horas, donde los usuarios pagan para tener una seguridad, higiénica, alimentaria y sanitaria. No ha sucedido de repente, ha sucedido más de 10 meses después de estar en prealerta, de saber lo que pasaba en las residencias de Vigo, de Santiago o de Vimianzo. Todos los trabajadores y trabajadoras del centro deberían estar chequeados a tiempo y con garantías, tanto por su bien como por el bien de los demás. Además de los 20 muertos a día de hoy hay más de 100 usuarios y casi 30 trabajadores infectados. No podemos seguir colocando la etiqueta de «patologías previas», a esas edades, quien no tiene síntomas de algo. Necesitamos cribados masivos a todos los niveles, o seguiremos lamentándonos de ello.
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