La Escuela Municipal de Hostelería elaboró entre el 28 de abril y el 19 de junio más de 2.500 menús para vecinos y vecinas del ayuntamiento en situación de vulnerabilidad. Se apagaron los fogones del aula de cocina por este curso, y fue día de evaluación y de agradecimientos por parte de los profesores Fernando Agrasar y José Manuel Martínez; del concejal de Formación y Empleo, Iván Andrade, y de la concejal de Igualdad y Bienestar, Maica Ures, al alumnado por su implicación y su trabajo voluntario para ayudar a las familias con más necesidades.
“A pesar de los atrancos que tuvimos, estoy muy orgulloso de cómo finalizó el curso”, señaló José Manuel Martínez, que el viernes tiene una nueva cita con sus alumnos y alumnas para las calificaciones finales. “Nos quedó una parte del programa formativo sin poder ver, pero de lo que no cabe duda es de que esta experiencia os va a dar mucha más soltura en la cocina que os resultará muy útil a la hora de realizar las prácticas”, añadió Fernando Agrasar.
Al orgullo y el agradecimiento por la implicación del alumnado se sumó el concejal Iván Andrade, además de animar a los cocineros y cocineras a aprovechar las prácticas para “que podáis encontrar un futuro laboral”. Especialmente agradecida, en nombre propio, del personal de Servicios Sociales y de las familias usuarias, se mostró Maica Ures, “porque con vuestro grano de arena, que fue muy grande, ayudasteis a mejorar la calidad de vida para muchos vecinos y vecinas. Pienso que la experiencia fue un aprendizaje didáctico para vosotros, pero para el resto de la sociedad fue un aprendizaje de solidaridad”.