Arrancan de una mordida un trozo de oreja a un vigilante en una agresión en el Hospital de Oza, en A Coruña

USO y UGT exigen a la Consellería de Sanidade y al SERGAS que adopten medidas inmediatas, reales y efectivas tras la grave agresión sufrida este sábado por un vigilante de seguridad en el Hospital de Oza, en A Coruña, que perdió parte del lóbulo y del cartílago de la oreja tras ser mordido por un paciente ingresado en la unidad de Psiquiatría.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 9:00 horas de este sábado, cuando el paciente, que no estaba sedado, comenzó a mostrar una conducta extremadamente agresiva, golpeando paredes y generando una situación de riesgo para otros pacientes y profesionales. Durante la intervención para intentar inmovilizarlo, el vigilante sufrió una lesión grave e irreversible.

Para UGT y USO, esta agresión no es un hecho aislado ni imprevisible, sino la consecuencia directa de la falta de decisiones y de avances efectivos por parte de la administración sanitaria, pese a que la situación había sido advertida previamente.

Reuniones previas para intentar activar un proceso de negociación

USO y UGT recuerdan que existieron reuniones previas con la Consellería de Sanidade con el objetivo expreso de intentar activar un proceso de negociación sobre la seguridad en los centros sanitarios y las condiciones en las que se presta el servicio de vigilancia en la red SERGAS.

Pese a esos encuentros, dicho proceso quedó en paréntesis, sin calendario, sin concreción y sin medidas aplicadas. Ante esta situación de bloqueo, y con la voluntad expresa de reactivar las negociaciones, UGT y USO registraron formalmente en octubre de 2025 varios escritos ante la propia Consellería de Sanidade, trasladando nuevamente las propuestas ya planteadas y solicitando retomar el diálogo de manera efectiva.

Escritos registrados sin avances reales

En esos escritos, USO y UGT reclamaban, entre otras cuestiones:

  • La revisión y actualización de los protocolos de actuación ante pacientes agresivos.
  • La dotación de medios de autoprotección adecuados para los vigilantes de seguridad.
  • Una mejor coordinación entre seguridad privada y personal sanitario.
  • Criterios homogéneos en toda la red SERGAS, evitando diferencias entre centros.
  • La apertura de un marco de negociación sobre condiciones laborales y retributivas, junto a otras mejoras sustanciales en la organización del servicio.

A día de hoy, no se han producido avances reales, salvo la posibilidad de estudiar una fórmula de protección jurídica para el personal, una cuestión que sigue pendiente de clarificar, sin concreción, sin calendario y sin garantías de aplicación.

Mientras tanto, no se han adoptado medidas efectivas en materia de medios, protocolos, refuerzo de plantillas ni mejoras sustanciales, manteniéndose la misma situación de riesgo que ha desembocado en esta agresión de extrema gravedad.

Seguridad y condiciones laborales van de la mano

UGT y USO insisten en que no se puede hablar de seguridad sin abordar las condiciones laborales, porque ambas cuestiones están directamente relacionadas.

Los vigilantes de seguridad que prestan servicio en hospitales públicos:

  • Trabajan en entornos de alta conflictividad.
  • Asumen funciones de intervención directa con pacientes agresivos.
  • Afrontan agresiones físicas y verbales de forma recurrente.
  • Y lo hacen con plantillas ajustadas, salarios bajos y sin un reconocimiento acorde al riesgo real del puesto.

Por ello, USO y UGT reclaman que la Consellería de Sanidade, como administración responsable, impulse mejoras sustanciales que incluyan refuerzo de personal, condiciones dignas, estabilidad laboral y reconocimiento efectivo del riesgo.

La precariedad y la falta de medios también son factores de riesgo, y seguir ignorándolos es perpetuar el problema.

Externalizar responsabilidades no evita agresiones

UGT y USO rechazan que la Consellería de Sanidade intente derivar el problema exclusivamente a la empresa adjudicataria del servicio.

Es la administración sanitaria quien define los protocolos, limita los medios y establece el marco de actuación, amparándose en conceptos como la «contención cero» sin ofrecer alternativas reales, seguras y eficaces para proteger a trabajadores y pacientes.

Mientras en otros centros del propio SERGAS existen medidas preventivas que se portan aunque no se utilicen, en hospitales como el de Oza se prohíben, obligando a intervenir cuerpo a cuerpo, con el riesgo que ello conlleva.

Basta de normalizar las agresiones

Mordiscos, golpes, patadas, puñetazos y ahora lesiones permanentes.

USO y UGT no aceptan que trabajar en un hospital público signifique poner en riesgo la integridad física ni que las agresiones se gestionen con explicaciones posteriores y promesas sin contenido.

Por todo ello, UGT y USO exigen:

  1. Reactivación inmediata del proceso de negociación con la Consellería de Sanidade.
  2. Clarificación inmediata y por escrito de la supuesta protección jurídica anunciada.
  3. Avances reales y verificables en medios, protocolos y refuerzo de plantillas.
  4. Mejoras sustanciales en las condiciones laborales del personal de seguridad.
  5. Medidas homogéneas en toda la red SERGAS.
  6.  

USO y UGT reiteran su disposición a seguir negociando, pero advierten con claridad:
no se puede seguir posponiendo una solución mientras los profesionales ponen el cuerpo.

Igualmente, desde ambas centrales sindicales, no descartan el anuncio de medidas de acción sindical en los próximos días.

Porque la seguridad y la dignidad laboral no pueden seguir en paréntesis en la sanidad pública gallega.

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