Ha sido la decisión de Pablo Llarena, el magistrado del Tribunal Supremo español que instruye el caso del proceso independentista de Cataluña de 2017. La derogación se explica por la entrada en vigor de la criticada reforma del Código Penal este jueves, que reemplaza el delito de sedición por el de desórdenes públicos agravados.
El juez Llarena considera que los hechos investigados no encajan con las nuevas características de desórdenes públicos. Su decisión deja sin efecto las euroórdenes actuales por sedición. Sin embargo, el magistrado sí ha acordado la busca y captura nacional del expresident y los exconsejeros, Toni Comín y Lluís Puig, por malversación y desobediencia.
En su auto Llarena también explica que esperará a que el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) decida sobre la retirada de la inmunidad parlamentaria de los tres políticos y sobre la cuestión prejudicial que le planteó antes de emitir nuevas euroórdenes.