La Franja de Gaza, incluido el sur del territorio, a donde Israel envió a los palestinos que huyen de los combates, continúa recibiendo fuertes bombardeos por parte del Ejército israelí. El número de muertos en el territorio supera los 17.400, la mayoría mujeres y niños, según cifras del Ministerio de Salud en el enclave controlado por Hamás. Tel Aviv culpa a Hamás de las bajas civiles, acusando a los militantes de utilizar a civiles como escudos humanos, y asegura que hace esfuerzos considerables para sacarlos de zonas peligrosas mediante órdenes de evacuación. La OMS advirtió que la población vive «un escenario horrible» en la «cruel campaña» de represalia de Israel contra el ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre. El Ejército de Israel atacó desde el aire objetivos del grupo chií libanés Hizbulá, en respuesta a ataques desde el Líbano. Según informó este sábado el Ejército de Israel, durante la noche detectó «varios lanzamientos desde el Líbano hacia territorio israelí» y «en respuesta» disparó contra el origen de los ataques.