Se trata de una aportación económica de los fondos correspondientes a áreas de rehabilitación integral entre los ayuntamientos que solicitaron participar en este reparto hecho por la Xunta en función de las solicitudes presentadas por la administración local y teniendo en cuenta el grado de cumplimiento en cada ayuntamiento de los objetivos asignados en anteriores repartos.
Los beneficiarios finales de los fondos repartidos serán los propietarios de viviendas y edificios de viviendas emplazados en el ámbito de las Áreas de Rehabilitación Integral (ARI), que recibirán ayudas a fondo perdido para las actuaciones de rehabilitación que realicen. También se podrán beneficiar de las ayudas los propios ayuntamientos para la realización de actuaciones de urbanización y reurbanización en el ámbito de las ARI.