SpaceX ha lanzado este sábado desde Texas la segunda prueba del Starship, la nave más grande y más poderosa del mundo en alcanzar el espacio. Aunque el despegue se ha realizado con éxito, la compañía ha perdido el contacto con el cohete unos 10 minutos después y ha terminado en una explosión minutos más tarde.
El despegue del Starship sobre su enorme propulsor Super Heavy, de 33 motores Raptor, se ha llevado a cabo en Boca Chica (Texas) alrededor de las 7.03 (13.03 GMT). Menos de tres minutos después del despegue, ambas etapas se han separado con éxito gracias a un sistema de irrigación de agua adoptado tras el fallo de abril.
Estaba previsto que el monumental cohete Starship, diseñado para alcanzar la Luna y Marte en el futuro, y con el que cuenta la NASA para su programa Artemis de regreso a la Luna, diera una vuelta casi completa a la Tierra en el plazo de una hora y media antes de caer en el Pacífico, cerca de Hawái.
SpaceX había anticipado que el reto de este sábado era la separación de ambas etapas y ha aclarado que un eventual nuevo fallo en el lanzamiento contribuía a reunir más información para hacer nuevos ajustes.
Aunque ha avanzado en el proceso, ha terminado igualmente con una explosión sobre el Golfo de México cuando se encontraba a unos 145 kilómetros (90 millas) de la Tierra.