Se trata de una novedad fruto del diálogo social, es la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo más allá del estado de alarma. Ejecutivo, patronales y sindicatos acordaron mantener las actuales condiciones hasta el 30 de junio.
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, valora que «supieron dejar las diferencias que puntualmente tienen en la representación legítima de sus intereses para ponerse de acuerdo en intentar salvar nuestro país en una crisis que ya es económica y social».
Los trabajadores incluidos en un ERTE seguirán cobrando la prestación aunque no hubiesen cotizado el tiempo mínimo y no les correrá el contador hasta el 30 de junio, o el 31 de diciembre en el caso de los fijos discontinuos. En ese período, las empresas tampoco pagarán cotizaciones sociales, y seguirán disfrutando de exenciones cuando vuelvan a la actividad de manera parcial. A cambio, estarán obligadas a mantener el empleo por lo menos durante los seis meses siguientes al regreso al trabajo.