El papa Francisco se ha unido al coro de voces que piden calma y diálogo entre israelíes y palestinos para detener la que definió como «creciente espiral de muerte» en Oriente Próximo. Alrededor de 25.000 fieles acudieron a la plaza de San Pedro del Vaticano para escuchar a Francisco, que este martes iniciará un viaje apostólico a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur.
«Con gran dolor me entero de las noticias que llegan de Tierra Santa -dijo el papa-. En particular, la muerte de 10 palestinos, entre ellos una mujer, durante acciones militares antiterroristas israelíes en Palestina, y de lo sucedido cerca de Jerusalén el viernes por la noche, cuando siete judíos israelíes fueron asesinados por un palestino y tres resultaron heridos cuando salían una la Sinagoga».