Con 170 escaños, la derecha (PP y UPN) y la extrema derecha (Vox) se han quedado a un puñado de escaños de la mayoría absoluta, que pronosticaban las encuestas.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la coalición Sumar se quedan con 153 escaños, pero cuentan con una paleta de apoyos más amplia, repleta de tintes nacionalistas y separatistas, con los que, matemáticamente, podrían superar el umbral de los 175 escaños.
Sin embargo, el Senado es intensamente azul y tiene el poder de bloquear una parte importante de las políticas del Gobierno.
El presidente del Gobierno saliente, Pedro Sánchez, sale paradójicamente fortalecido: su partido ha ganado dos escaños y silencia las voces que reclaman una nueva dirección. Sánchez se enfrenta ahora a semanas de arduas negociaciones para tratar de persuadir y apaciguar a todos y formar de nuevo Gobierno.
Irónicamente, el destino de Sánchez podría estar en manos de Junts per Catalunya, el partido independentista catalán de Carles Puigment, un grupo que previamente había declarado que no lo apoyaría. Puigdemont se encuentra prófugo de la justicia española desde la aventura independentista de 2017. Este lunes, el Ministerio Fiscal solicitó la reactivación de la orden de búsqueda y captura contra él.