En su tradicional mensaje de Navidad, el rey Felipe VI ha mostrado su preocupación por el «deterioro» de la convivencia», la «división» y la «erosión» de unas instituciones que ha llamado a fortalecer» para que ejerciten sus funciones con «colaboración leal», con «respeto a la Constitución y a las leyes», y para que «sean un ejemplo de integridad y rectitud». Además, ha pedido no dejar «debilitar» ni «caer en el olvido» los principios, los fundamentos y el «espíritu que vio nacer» la Constitución que representa, a su juicio, «la unión que asegura estabilidad, cohesión y progreso». «Es nuestro mayor patrimonio», ha añadido.