El Tesoro Público ha ejecutado su segunda sindicación del año con la emisión de 5.000 millones de euros de un nuevo bono a 15 años. La demanda ha sido de 30.585 millones de euros, más de 6 veces la cantidad emitida. El volumen y la calidad de la demanda, considerando que se trata de un plazo más largo de lo habitual, es una muestra de la confianza de los inversores en la economía española y sus perspectivas a futuro. Asimismo, pone de manifiesto la flexibilidad de la que dispone el Tesoro y su capacidad de financiarse cómodamente a cualquier plazo. La demanda ha estado repartida entre 168 cuentas inversoras, muy diversificadas tanto desde el punto de vista geográfico como por tipología de inversor. Atendiendo al tipo de inversor, la mayor participación ha correspondido a las gestoras de fondos con un 39,7%, seguidas de las tesorerías bancarias, con un 20,5%, las aseguradoras y fondos de pensiones, con un 13,9%, y los bancos centrales e instituciones oficiales, con un 10,6%. El resto de las empresas de servicios bancarios han participado con un 8,6%, los fondos apalancados con un 5,9%, y otros inversores han representado un 0,8%. El bono emitido este miércoles vence el 30 de julio de 2039 y tiene un cupón del 3,90%. La rentabilidad se ha situado en 3,902%, equivalente a 10 puntos básicos por encima de la actual referencia a 15 años, con un vencimiento más corto, en julio de 2037.