Sobresaliente, épica, sensacional, magistral, son los calificativos que mejor se ajustan a la victoria de Obradoiro C.A.B del pasado sábado en el Multiusos Fontes do Sar, ante Retabet Bilbao.
Y es que, los de Moncho Fernández lograban 2 victorias en una. Por una parte, la puramente deportiva, basada en un gran diseño táctico, ajustando el plan al milímetro y fundamentada en un continuum de rotaciones y optimización de los esfuerzos, saldada con 80-72. Por otra parte, la segunda y más importante, la de la vida: la victoria ante el covid 19, que asoló como un tsunami a la cuasi totalidad de la plantilla Obradoirista, dejándolos sin jugar al baloncesto desde el pasado 27 de diciembre de 2020 en Murcia, hace la friolera de 34 días.
Y 41 días después del último partido en casa, ya sanos pero renqueantes, y con tan solo una semana de entrenamientos todos juntos, volvía a reunirse el grupo para hacer lo que mejor saben: jugar al baloncesto.
Comenzaba el encuentro con un quinteto titular condicionado por la situación: los 3 que pudieron mantener un nivel de entrenamientos más alto durante la “crisis”, es decir Pozas, Beliauskas y Enoch, completado con Czerapowicz y Cohen. Las rotaciones fueron una constante, siendo Enoch, quién mostraba un mejor estado físico, el último en salir de la pista. Era sustituido a 1:49 del final del primer cuarto.
Sorprendía de inicio el conjunto vasco con las primeras diferencias, sustentadas en una mayor velocidad en el juego e incomodando la circulación local, forzando muchas pérdidas compostelanas. Las cuales fueron una constante en ambos conjuntos en la primera parte, y donde los de Moncho Fernández se llevaron la palma. Si bien, al finalizar el encuentro fueron superados por las pérdidas de los hombres de negro.
Se hacía grande la figura del MVP del partido, Mike Daum (17 puntos, 5 rebotes y 1 asistencia, para firmar 20 de valoración) quien daba la vuelta el partido con canastas y liderando un parcial de 11-0. Bien apoyado por Oliver, que minimizó las perdidas y dirigió con mejor criterio y acierto que el base titular. Terminaba el primer cuarto con 6 puntos de diferencia, 25-19 para los locales.
El segundo cuarto fue el más igualado del partido. El rebote era dominado claramente por los de Álex Mumbrú, faceta donde destacaba sobremanera Balvin (4 puntos, 14 rebotes, 1 asistencia y 11 de valoración), haciendo daño a Obradoiro. Sin embargo, y pese a que Bilbao ganó el cuarto, fue por 1 solo punto de diferencia, merced al acierto en acciones individuales de Robertson, sobre todo un triple forzadísimo, y Oliver. Final del segundo cuarto y Obradoiro, que seguía arriba en el electrónico, 42-37. Cinco de diferencia, y ambos equipos que se encaminaban a vestuarios.
El tercer cuarto fue el mejor de los santiagueses y donde cimentaron el triunfo final. Comenzaba con un carrusel de faltas del visitante Rouselle, y 2 triples locales de salida, con Beliauskas y Daum de ejecutores.
Por si esto fuera poco, Moncho sacó su particular as de la manga: Birutis (6 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias y 19 de valoración). Quién a pesar de ser el más debilitado físicamente por el virus, acabó jugando 20 minutos y regalando momentos de calidad inconmensurable, que catapultaron a Obradoiro en el marcador.
Crecía la diferencia hasta los 17 puntos, 58-41 en el minuto 28. Pero en un abrir y cerrar de ojos, se pasaba de los posibles 20 puntos de diferencia, con un triple de Pepe Pozas errado, a 13. Triple de Jenkins y los vizcaínos ajustaban aún más el marcador, 60-49. Ganaban el cuarto los gallegos 18-12 y la diferencia quedaba en 11 puntos. Pese a todo, Obradoiro sentía que había perdido una buena oportunidad de romper el partido, y restaba el último cuarto por jugar.
Ya en los últimos 10 minutos, Bilbao basket se agarraba al encuentro. El empuje de Kulboka y los puntos del máximo anotador sobre el parquet de Sar, Brown (18 puntos, 2 asistencias y 8 de valoración) acercaban a los visitantes con un triple suyo, 71-64 en el minuto 37.
Se encendían las alarmas y preocupaba que Obradoiro cayese en la precipitación, al ver correr peligro un resultado que tan cerca tenía de llevarse. Nada más lejos de la realidad, un cada vez más sensacional Cohen (12 puntos, 2 asistencias y 12 de valoración) asumía la responsabilidad anotando un triple clave. Además, los movimientos de calidad de Daum jugando de 3, sentenciaban el partido. Finalizaba 80-72 con juego, set y partido para los gallegos.
Séptima victoria que reactiva a Obradoiro y le acerca un paso más al objetivo principal: la permanencia. Importante, además, no solo por cómo se consiguió, sino también por las circunstancias en las que se compitió. Sin duda, matrícula de honor para todo el EQUIPO que funcionó con la precisión de un orfebre compostelano. Premio especial para los héroes del sábado, la famosa canción que se ha convertido en un himno del vestuario Obradoirista: esa que además de gustar musicalmente, practican empíricamente.
Ahora resta seguir compitiendo y luchando, tratar de recuperarse físicamente y coger el tono y ritmo de partidos previo a la cuarentena, cuanto antes. En el horizonte, los partidos suspendidos ante Estudiantes, Andorra y Real Madrid. En la inmediatez, próximo partido en Zaragoza ante Casademont, el sábado a las 18 horas. De jugar con esta energía, garra, ilusión y entrega, llegarán buenas noticias.
Resaltar también el debut del nuevo base, el griego Koniaris, aún en fase de acoplamiento al equipo, pero que dejo buenas sensaciones en el poco tiempo que estuvo en pista.
La afición del Obra puede estar contenta y orgullosa pues, su equipo, se ha dejado el alma y no se ha guardado nada.
ALEJANDRO LUIS OTERO JAMARDO