El rey Felipe VI destacó en su tradicional discurso de nochebuena que los principios morales y éticos “obligan a todos sin excepciones” y “están por encima de cualquier consideración, mismo de las personales o familiares”, en una alusión velada a las sospechas de corrupción que pesan sobre su padre, Juan Carlos I. De sucesivo centró el grueso de su discurso en insuflar esperanza a la ciudadanía para afrontar la recuperación con “esfuerzo, unión y solidaridad, con todos y para todos”. Además hizo un llamamiento a la unidad para afrontar la recuperación social y económica tras un año “muy duro y difícil”, con un recuerdo especial a los fallecidos por covid-19. Tuvo palabras de elogio para las fuerzas Armadas, cuerpos de seguridad y para los sanitarios. Finalizó agradeciendo las muestras de apoyo recibidas en los últimos meses y deseó un nuevo año “lleno de esperanza”.