Contaron con una inversión de 54.450 euros procedentes del superávit del año 2017. Con esta actuación integral, promovida por la Concejalía de Infraestructuras, se pretende que un espacio público emblemático del ayuntamiento sea más accesible, acogedor y utilizable por parte del vecindario. La actuación afectó a la totalidad de la plaza, que tiene una superficie de 980 metros cuadrados. Ahora hay tres tipos de pavimento para diferenciar los usos. Así, la mayor parte del espacio es de hormigón, mientras que en las zonas próximas a las viviendas se colocaron losetas rectangulares de piedra de granito moreno, y para delimitar las zonas de tránsito de vehículos, aparcamientos y peatonales se utilizó adoquín de granito silvestre. El proyecto incluyó también la renovación de la iluminación, la instalación de estructuras cubrecontedores para su ocultación, seis alcorques y la colocación de cuatro bancos de hormigón armado con asiento y respaldo de tablas de madera de iroko tratada.