Finlandia cierra a partir de la medianoche de este viernes la frontera a todos los turistas rusos, aunque tengan el visado expedido en un país del espacio Schengen. El país alega que su llegada podría causar un grave perjuicio a la posición internacional finlandesa. La medida se anunció el pasado viernes pero no entraba en vigor hasta este viernes. Es por eso que durante estos días según la guardia de fronteras más de 55 000 rusos han entrado en el país desde que el presidente Putin anunciara la movilización militar parcial, un 86% más que la semana anterior. Se convierte así en el último país comunitario limítrofe que opta por vetar la entrada a los turistas rusos, después de que hicieran lo mismo Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. Con las conexiones aéreas y ferroviarias cortadas por las sanciones europeas contra Moscú y el veto de las naciones bálticas y Polonia, Finlandia era hasta ahora la principal puerta de entrada de ciudadanos rusos a la UE.