Se trata de otro proyecto que cuenta con financiación por parte de la Unión Europea a partir de las aldeas modelo, “Aldealix”, que se materializará en la de Infesta y en la de Parada-Mouteiro, en el ayuntamiento pontevedrés de Cerdedo-Cotobade, para impulsar comunidades energéticas basadas en biomasa en el territorio rural, como una alternativa viable para producir energía de cercanías a partir del aprovechamiento de los recursos de los montes del entorno.
“Aldealix”, presentado este miércoles con una aportación de casi dos millones por parte del Feder, desarrollará comunidades energéticas con redes de calor alimentadas por biomasa y complementadas con energía fotovoltaica, con un presupuesto de alrededor de 700.000 euros para las dos aldeas modelo vinculadas al proyecto.
El foco de estas comunidades será el abastecimiento de necesidades térmicas de viviendas y edificios públicos, contribuyendo a la transición energética mediante el fomento de las energías renovables al tiempo que se promueve el empleo local vinculado a la biomasa local forestal.