Así lo proclamó en Belgrado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien instó al presidente serbio, Aleksandar Vucic, a no enviar más soldados a la frontera: «Informé al secretario general Stoltenberg sobre el hecho de que el 13 por ciento de los serbios abandonaron el norte de Kósovo y Metohija en el último año debido a la enorme presión, arrestos, acoso y amenazas del régimen de Kósovo. Si eso no es violencia, entonces no «Sabemos lo que es la violencia. Me dirijo al Occidente colectivo y no a la OTAN cuando hablo de eso».
Vucic envió refuerzos tras de un ataque perpetrado por militantes serbios locales en el norte de Kósovo en septiembre, en el que murieron en un tiroteo un policía y tres de los serbiokosovares atacantes. Vucic dijo que los serbios también fueron víctimas.
Stoltenberg acogió con satisfacción una propuesta de la UE para crear una Asociación de Municipios de Mayoría Serbia para así reducir las tensiones:«Este sería un paso clave hacia la normalización de las relaciones. Hago un llamado a Belgrado y Prístina para que participen de manera constructiva en el diálogo facilitado por la UE; este es el único camino hacia una paz y estabilidad duraderas».