Uno de los objetivos de esta primera ley en la Comunidad es la agilización de trámites para la recuperación de cascos históricos y núcleos rurales y potenciar la rehabilitación aprovechando el patrimonio construido y respetando el carácter histórico.
Se busca conseguir una Galicia más atractiva para vivir, trabajar y visitar, facilitando la recuperación de lo construido, fomentando la cultura de la rehabilitación e impulsando la dinamización económica, social y demográfica, ya que no hay mayor desprotección para una edificación que su abandono.
Entre las novedades destaca que es la primera vez que se establece un régimen sancionador para luchar contra las pintadas en edificaciones históricas y también se amplían los supuestos para la concesión de licencias directas por parte de los ayuntamientos, para fomentar la rehabilitación y simplificar los procesos.