Las vacunas en las que trabaja el CSIC presentan varias ventajas. Una no precisa frío, otra se prevé más barata y una de ellas da un paso más que las actuales: evita que el vacunado se contagie. «Por lo tanto evitaría que las personas vacunadas contagiaran otras personas, que fueran asintomáticas transmisoras, que no es el caso con ninguna de las vacunas actuales», explica la viróloga del CSIC Margarita del Valle. Esta vacuna no estará lista antes de 2022, pero a finales de este año es probable que sí lo esté la que va más avanzada, basada en la fórmula de la de la varíola. Van despacio pero tendrán mercado porque todo indica que este coronavirus vino para quedar.