Defensa, seguridad, autonomía. Estas palabras se han convertido casi en un mantra en los discursos de los líderes de la Unión Europea (UE) desde la invasión rusa de Ucrania en 2022. Esta semana, la Comisión Europea finalmente anunció la primera estrategia industrial de defensa de la historia.
Aunque amplía las iniciativas existentes para producir municiones y adquirir armas de forma conjunta, no creará el fondo de 100.000 millones de euros prometido anteriormente.
Pero es un primer paso que ya no se puede posponer, afirmó el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell: «Lamentablemente, la paz ya no es un hecho. La guerra está en nuestras fronteras y la guerra de agresión de Rusia ha traído un gran sentido de urgencia para fortalecer nuestras capacidades de defensa industrial».
Una de las personas que probablemente seguirá hablando de esto es la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que busca poner la defensa en el centro de su mensaje durante la campaña electoral para las elecciones europeas, que se celebrarán en junio. Von der Leyen fue elegida esta semana por el Partido Popular Europeo (PPE) como su principal candidata durante un congreso del partido en Bucarest.