Bajo el lema «Etxera bidea gertu» (cerca del camino a casa), los asistentes celebraron que «se ganó una etapa del alejamiento» de los presos de ETA y exigieron que jueces y fiscales «dejen de retorcer la ley» y permitan, «con la legislación ordinaria», acercar los reclusos «a casa». Convocados por la red ciudadana Sare, los organizadores lucieron el nuevo logo con el que quieren acercar los presos a Euskadi. En la movilización participaron representantes de EH Bildu, Podemos, ERC, Junts, CUP y BNG, así como de los sindicatos ELA, LAB, UGT, Steilas, ESK, EHNE, Etxalde, Hiru, CNT y CGT. Por su parte, PNV y CCOO se adhirieron a la reclamación, aunque rechazaron participar en la marcha.