Al menos 207 personas murieron, entre ellas una treintena de extranjeros, y unas 450 resultaron heridas en una serie de ocho ataques terroristas coordinados en varias ciudades de Sri Lanka en el marco del Domingo de Resurrección.
Los objetivos fueron cuatro hoteles de lujo, un complejo residencial y tres iglesias, donde numerosos fieles celebraban una de las grandes festividades cristianas. Los ataques han supuesto la mayor tragedia desde el fin de la guerra civil en el país, hace una década. Se sospecha que fueron perpetrados por terroristas suicidas y por el momento no han sido reivindicados.
Entre los fallecidos se cuentan dos ciudadanos turcos, un holandés y varios británicos. En el país residen 92 españoles, con los que Exteriores está contactando para asegurarse que están a salvo.