Desde primeras horas de la mañana, un año más, y ya van unos cuantos, cientos y cientos de jóvenes y no tan jóvenes se fueron dando cita en Buño para asistir a una de las fiestas más multitudinarias de a Costa da Morte, el «Entierro de la Mikaela».
Dianas y alboradas matutinas dieron paso al pistoletazo de salida pasada la 1 del mediodía con la sesión vermut, luego hora de reponer fuerzas en Canta La Rana y de ahí recorriendo los bares de la localidad a ritmo de variedad de estilos musicales, bus disco móvil con djs, gogós, misa cantada y la reina de la fiesta – Mikaela – que desapareció en medio de las llamas pasadas las 11 y media de la noche.
La velada continuó a ritmo de orquesta y discoteca móvil, no faltaron las bombas de palenque y los fuegos artificiales, además tal y como se comprueba en las imágenes este año el tiempo ayudó de día y de noche y la asistencia de público fué masiva.