El Pico Sacro fue en la tarde de este viernes escenario de la legendaria Ceremonia del Fuego Sagrado, después de tres años de ausencia, primero por la pandemia y después por las malas condiciones meteorológicas, que mismo obligaron a su suspensión este domingo 18 de junio. Sin embargo las tribus celtas de Boqueixón y de Callobre se volvieron a unir hoy viernes en este emblemático lugar para celebrar el rito con el que los antepasados celebraban la llegada del Solsticio de Verano.
Eso sí, la ceremonia fue mucho más modesta del habitual, toda vez que su celebración tuvo lugar en un día laborable al coincidir con la Fiesta del San Xoán, pues muchas de sus cacharelas serán encendidas esta noche con este fuego procedente del Pico Sacro. El Ayuntamiento de Boqueixón agradece la colaboración un año más de la Asociación de la Cascada del Castro de Callobre (A Estrada), así como de los vecinos y vecinas que se unieron la esta representación, que pone el broche de oro al programa “Un mes y pico”.
La puesta en escena del ritual celta comenzó con el encuentro de las tropas en la entrada a la cumbre del Pico Sagrado. Encabezados por la Reina Alda, a más hermosa, y por el Druida, continuaron juntos su desfile hasta la Capilla de San Sebastián. Delante de la ermita del Pico Sacro, el Druida utilizó su bastón (con una lupa en el extremo) para concentrar la luz solar en el ramaje que se colocó en el pebetero. Un fuego que encendió rápidamente gracias a la fuerza del Astro Rei, creando de este modo el Fuego Sagrado.