En la madrugada del miércoles pasado una perra recibió un disparo a pocos metros de distancia que le dejó el cuerpo lleno de perdigones. Y todo aconteció en las inmediaciones de la casa de sus dueños en el lugar de Salgueiroas, en Santa Comba.
El que se conoce de los hechos y que pasadas las dos y media de la madrugada, silbaron desde un coche para llamar por la perra y acto seguido ya escucharon un disparo. Cuando llegaron a la altura de la perra la encontraron tirada y llorando. En el lugar donde le dispararon aún hay rastro de los impactos de los perdigones en el cierre metálico. Y donde aún se deja sentir la agresión es en las heridas de la perra, que está aún en tratamiento por la cantidad de perdigones que tiene en el cuerpo.
Así lo explica Mar Carracedo, la veterinaria que la atendió: “Tiene perdigones cómo doscientos en todo lo que es cabeza, extremidades delanteras y cuerpo, por la trayectoria se ve que el disparo fue de cara a la perra”.
Si los perdigones llevaran más fuerza podrían herirla de muerte. En la clínica dieron la voz de alarma entre los clientes, aunque no les constan más casos. Ya interpusieron denuncia por el sucedido y la Guardia Civil investiga los hechos.