El antiguo inquilino de la Casa Blanca, a la que aspira a volver en 2024, está acusado de fraude contable, por presuntamente haber pagado por su silencio en 2016 a la estrella del porno Stormy Daniels utilizando para ello dinero de su campaña. El magnate se dice víctima de una «caza de brujas» orquestada por los demócratas del presidente Joe Biden, que le habrían «robado» la victoria en las presidenciales de 2020. Este mismo martes, denunció en su plataforma Verdad Social, un «tribunal falso» y un juez «muy partidista». Más allá de este caso, Donald Trump -que ha puesto patas arriba el sistema político y la sociedad de Estados Unidos en menos de diez años- es objeto de varias otras investigaciones, en particular sobre su papel en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, su gestión de los archivos presidenciales o las presiones ejercidas sobre los responsables electorales de Georgia para que impugnen su derrota en las elecciones presidenciales de 2020.