La expedición la formaban veintisiete estudiantes y tres monitoras de dos centros vinculados al Opus Dei: el colegio mayor de la Bonaigua y el colegio Canigó, del que la fallecida, de cuarenta y dos años, era subdirectora. El grupo había salido este viernes de Barcelona y ayer se desplazaba en dos microbuses desde Abixán, la capital, a Yamusukro, donde iban a desarrollar labores de ayuda durante una quincena.
Dijo la portavoz del colegio: “Pintamos un pabellón el año pasado y este año pintábamos otro… y además daban clases con los niños, juegos en idiomas y formación básica de higiene”. Ese programa se vio fanado por el accidente que cobró la vida de la monitora y dejó diez de las estudiantes con heridas leves.
La Casa del Rei mostró en un tweet las condolencias, igual que la Generalitat catalana y el Gobierno. La embajada inició ya los trámites de la repatriación del cadáver, que aún puede demorarse cuarenta y ocho horas más.