Se trata de un nuevo caso de vivienda ocupada ilegalmente, en esta ocasión en el municipio coruñés de Oleiros. Una familia con dos niñas y los abuelos entró en la casa ubicada en el lugar de Perillo. La propietaria tenía avanzadas las negociaciones para vendérsela la un constructor y ahora teme perder la transacción. Denunció la situación ante la Guarda Civil, pero al haber menores no fue posible el desalojo. Asegura que recibió amenazas cuando intentó acceder a la casa que, según dice, no reúne las condiciones mínimas de habitabilidad.