El proyecto para la puesta en valor de la carballeira de San Fins, promovido por el Ayuntamiento y redactado por la Fundación Juana de Vega, fue presentado este jueves en un acto abierto a toda la ciudadanía que se celebró en el centro sociocultural de Cumiáns, en la que había sido la antigua escuela unitaria de Montemaior, con la presencia de unas cincuenta personas.
El alcalde, José Manuel López Varela, comenzó el acto valorando la importancia de que ya en el Plan General de Ordenación Municipal si había contemplado la máxima protección para el robledal (carballeira) de San Fins, y que recientemente fue adquirida por el Ayuntamiento “cómo la mejor manera de conservarla y ponerla en valor”. El regidor destacó el potencial de este ámbito para convertirlo “en un espacio medioambiental de referencia cultural, pedagógico y educativo” para el conocimiento e interpretación de la flora y la fauna autóctonas.
Por su parte, Pedro Calaza, director de la Escuela Gallega del Paisaje de la Fundación Juana de Vega, y Camilo Blanco, técnico de la entidad, explicaron que la redacción del proyecto parte de un preciso estudio a escala macro en el que se aborda la importancia estratégica a nivel territorial, de paisaje y compositiva del robledal, analizando también las posibilidades y limitaciones que ofrece el espacio de acuerdo al estudio de la normativa urbanística y medioambiental existente y las informaciones cartográficas sobre cursos del agua, usos del suelo, cuencas visuales, zonas verdes, etc.
A partir de dicho estudio macro, se desarrolló un análisis en escala micro que dio cómo resultado un inventario botánico y otro faunístico para poder precisar los mecanismos más acomodados para la gestión del espacio.
El estudio comienza refiriéndose al robledal de San Fins como un espacio natural de aproximadamente 2,2 hectáreas de superficie, bien definido en sus bordes y con una estructura marcada principalmente por el arbolado de gran porte qué forma una bóveda vegetal continua. En ese espacio existen aproximadamente 1.300 árboles, presentando por tanto una densidad de uno cada 17 metros cuadrados y una percepción de bosque frondoso.
El catálogo florístico diferencia tres espacios del robledal: una capa principal de arbolado de gran porte, un estrato inferior de arbolado de menor envergadura y un sotobosque que alterna partes más diáfanas con otras que acumulan mayor masa vegetal.
El estrato arbóreo, formado por 1.300 ejemplares, está protagonizado en su mayoría por robles (540), castaños (356), laureles (313) y acevos (44). Según los redactores del proyecto, veinte de esos árboles superan los cien años, y la de mayor edad estimada es un roble de 214 años.
Gestión del espacio
Dentro de las actuaciones de conservación, mantenimiento y manejo de la vegetación, se proponen la limpieza sencilla y poda del arbolado qué presente ramas muertas, así como la eliminación de la hiedra en aquellos ejemplares que se encuentran en peor estado según el inventario realizado. Con la intención de conservar los valores ecológicos del lugar, el mantenimiento anual será mínimo, aunque se realizarán acciones específicas para la gestión de vegetación exótica invasora. El alcalde avanzó que las primeras actuaciones ya se iniciarán en pocas fechas.
Cómo medidas de conservación de la fauna, el trazado de las rutas para visitantes tendrá en consideración puntos clave y establecerá un camino permanente y otro temporal a emplear exclusivamente en la época fuera de la cría. Además, se mantendrán intactas las zonas de sotobosque, se respetarán los espacios inundables y el trazado del riachuelo y se realizarán censos de fauna periódicamente.
Esas zonas de tránsito respetarán la diversidad biológica, minimizarán al máximo los nuevos usos y contemplarán el establecimiento de puntos de interés para la observación de fauna y flora singular que contarán con mobiliario elaborado en material natural, principalmente madera.
Cómo medidas para la optimización de los servicios ecosistémicos, se prevé el mantenimiento de la capacidad productiva del arbolado, se evitarán las podas agresivas, se protegerán los hábitats existentes y se favorecerá la divulgación de los valores ecológicos del espacio generando recursos para la formación, la educación y la investigación a través del uso por parte de escolares. En este sentido, quedan definidos la situación de los paneles interpretativos, la señalización y los monolitos informativos en puntos estratégicos.
Destacar, por último, la creación de un espacio de aparcamiento en la parcela contigua que será construido con una tipología que le permitirá integrarse en el paisaje de la zona.
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