El próximo mes de enero se estrenará el año 2020 con una mala noticia para el bolsillo de los gallegos. Los peajes de la AP-9 se incrementarán en torno a un 2,64%. Esta desproporcionada subida se justifica en base a tres conceptos. Primeramente un 1% por las obras de ampliación del puente de Rande, el tramo de circunvalación de Santiago y el área de de peaje de Sigüeiro. Seguido de un 0,80 % anual debido a la gratuidad del viaje de vuelta entre Vigo y Pontevedra para los vehículos ligeros, a su vez usuarios de telepeaje. Para finalizar con el 0,85 %, en base al cálculo del IPC para este año.
La Xunta de Galicia, por mediación de Ethel Vázquez, titular de la Consellería de Infraestructuras ha reaccionado con premura ante lo que considera no solo injusto para con los gallegos, sino también desproporcionado, en relación con el trato que se le dispensa al resto de autopistas de titularidad estatal. De consumarse este incremento, aumentará la percepción de dicho vial como un lastre para los gallegos. Baste recordar que la AP-9 es utilizada por el 60% de los habitantes de Galicia como principal vía de tránsito de la comunidad autónoma, vertebrador del eje atlántico, comunicando el norte y sur de Galicia, además de unir 5 de las 7 ciudades gallegas, junto con importantes pueblos y villas tanto marineras como de interior, y permitiendo llegar a la frontera del país hermano, Portugal.
Por medio de una carta al Secretario de Estado Pedro Saura, la Conselleira Vázquez solicita que el gobierno asuma vía presupuestos del estado parte de dicha subida. También pide una bonificación del 25% para los usuarios de la AP-9 que realicen el trayecto de ida y vuelta en el mismo día. El cual se sumaría al 25% ya existente, para los usuarios de telepeaje en días laborables. En el caso de aprobarse, la Xunta se ahorraría el 50%.
Según los cálculos, Audasa percibiría unos 1400 millones de euros por unas obras que costaron en torno a los 230 millones, explica en nota de prensa el departamento de Ethel Vázquez. Considera además que el Estado debería hacerse cargo, vía presupuestaria, de este coste. A razón de unos 53,10 millones anuales en los próximos 5 ejercicios para un total de 265,50 millones. Si a esto le añadimos las 2 subidas, la del 2017 y 2018, se podrían evitar estas subidas extras, concluye Infraestructuras.
Tal y como tienen previsto a día de hoy y de no tenerse en cuenta las reclamaciones del gobierno gallego, las subidas supondrán un coste de 22,10 euros para Ferrol-Tui, los 2 puntos geográficos más alejados (55 céntimos de incremento). El trayecto A Coruña- Vigo pasará a costar 45 céntimos más que ahora, 16,85 euros. Además de continuar con las subidas anuales. Todavía peor panorama se pinta para los transportistas. Grandes camiones y autobuses pasarán a pagar 48,35 euros (1,25 euros más) por Ferrol-Tui, y 36,35 euros (95 céntimos más) por Vigo-A Coruña
La AP-9 se convertirá en la segunda autopista más cara de España. Mientras que las autopistas titularidad de la Xunta AG-55 y AG-57, son las más baratas del territorio nacional, además de tener los peajes congelados para el 2020. Por si esto fuera poco, y acrecentando el sentir de agravio para con el gallego, señalar que las 9 autopistas nacionales quebradas no suben y Sevilla-Cádiz ó Tarragona-Alicante, van a dejar de ser de pago.
Por tanto, y ante la perspectiva de consolidación del agravio para con Galicia, urge la reunión de la comisión de la AP-9 constituida por Xunta y Ministerio en 2017. Incluso, y a pesar de estar el gobierno en funciones, debe reunirse cuanto antes.
No es de recibo que una autopista que debería estar más que amortizada continúe siendo un quebradero de cabeza, además de un quebranto económico para el gallego y su bolsillo. Sin atisbo de solución hasta el lejano horizonte del 2048, donde debería llegar la definitiva gratuidad del vial. Tan prorrogado y encarecido.
ALEJANDRO LUIS OTERO JAMARDO