Alemania ha iniciado una prueba de seis meses con una semana laboral de cuatro días que permitirá a los empleados de 45 empresas de todo el país trabajar un día menos a la semana por el mismo salario.
La iniciativa, en la que sólo participan empresas cuyo trabajo puede adaptarse a una semana laboral más corta, está dirigida por la consultora de gestión berlinesa ‘Intraprenör’ y cuenta con la colaboración de la organización sin ánimo de lucro ‘4 Day Week Global’ (4DWG).
Los defensores de la semana laboral más corta esperan que trabajar cuatro días a la semana haga a los trabajadores más felices y productivos en un momento en que Alemania se enfrenta a un menor crecimiento de la productividad y a la escasez de mano de obra.
La productividad se calcula dividiendo la producción económica por las horas trabajadas. Si trabajas menos horas para sacar adelante el mismo trabajo, la productividad aumenta.