Todo apunta a un posible fallo de los frenos.
La isla portuguesa de Madeira está de luto un día después de la muerte de 29 turistas alemanes en un accidente de autobús.
El vehículo se salió de la carretera en una curva y se precipitó una decena de metros por una colina.
El accidente, cuyas razones aún se investigan, podría estar relacionado con un fallo en los frenos. Se produjo en una carretera secundaria cerca de la localidad de Caniço, situada entre las ciudades de Funchal, la capital regional, y la de Santa Cruz, más al este.
El grupo de turistas, que compraron su viaje en la misma agencia alemana, acababa de dejar el hotel Quinta Splendida, donde estaban alojados, para ir a cenar a Funchal, indicó a la agencia de noticias AFP una empleada del hotel.
En el accidente murieron 11 hombres y 18 mujeres de nacionalidad alemana, la mayoría de ellos de entre 40 y 50 años, según las autoridades locales.
La fiscalía de Madeira abrió una investigación, mientras el vicepresidente del gobierno regional, Pedro Calado, considero «prematuro» adelantar las causas del accidente, pues el autobús tenía cinco años y acababa de ser objeto de inspección.
Según el último parte ofrecido por el Hospital de Funchal, de los 27 heridos, entre los que se encuentran el conductor y la guía turística, ambos portugueses, 23 están en observación, dos están en la unidad de cuidados intensivos y otros dos ya han recibido el alta.