Una cinta al principio del camino impide acceder al Fuciño do Porco porque un poco más adelante cedió el terreno de una pasarela de graba y arena. Aquí comienza el paseo de escaleras y caminos de este lugar, que visto desde el mar recuerda la cara del cochino. La lluvia de los últimos días, junto con el viento fuerte, están detrás de esta situación.
El acceso está cortado ya desde el aparcamiento. A pesar de eso, continúan acercándose visitantes hasta el lugar. Ya el invierno pasado hubo que cortar el sendero por desprendimientos que hacían inseguro acercarse a la punta. Sobre el lugar está previsto un nuevo proyecto que llevará a cabo la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao, y que supondrá una mejora respeto al actual acceso, porque llevará apoyos sobre terreno firme.