La Xunta de Galicia se ha visto obligada a tomar la decisión de cerrar durante 5 días (desde este lunes hasta el próximo viernes) la comarca lucense de A Mariña, a raíz del contagio de coronavirus producido en las últimas fechas, con 106 casos positivos ( 7 curados), con lo que quedan 99 casos activos.
Los municipios afectados son los 14 que conforman el área sanitaria: Alfoz, Barreiro, Burela, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ourol, Ribadeo, Trabada, O Valadouro, O Vicedo, Viveiro y Xove. Aproximadamente 71.000 personas.
Las medidas adoptadas han sido publicadas en el D.O.G (Diario Oficial de Galicia) este pasado domingo. Se establece la prohibición de entrar y salir de dicha área geográfica salvo por causa justificada, como el desplazamiento al lugar de trabajo. Se exige el uso de mascarilla en todos los espacios públicos, ya sean estos abiertos o cerrados. Los aforos se reducen del 75% al 50 % y el horario de cierre será las 12. Solo se servirá en mesa, prohibiendo el uso de la barra. Además de continuar cerrados los locales de ocio nocturno y discotecas.
Se realizará una evolución diaria de los datos para constatar si se prorroga o no esta situación excepcional.
El primer positivo se produjo el 23 de junio y desde esa fecha se procedió al rastreo. Se realizaron más de 2.300 pruebas PCR. Gracias a un sistema de detección precoz se permite realizar esta prueba en 24 horas. De todas ellas, 1.100 se hicieron a trabajadores y usuarios de residencias, dando resultado negativo.
El Conselleiro de Sanidade Jesús Vázquez Almuiña indicó que la media de edad es de 35 años, siendo la edad más frecuente, 20 años. El foco se vincula al ocio y está concentrado en el ayuntamiento de Burela, con lo que no habría una transmisión comunitaria. También resulta destacable el hecho de que la extensión del virus podría tener una coincidencia en el tiempo con el período de incubación de la celebración de San Juán. De confirmarse este extremo, el brote podría ser más “controlable”.
El titular de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo ya había advertido que no le temblaría el pulso para tomar las decisiones que hubiese que tomar para evitar la propagación del coronavirus. Algo que, desde muchos sectores de la población gallega, es aplaudido. El problema surge, y aquí es donde la Xunta debe realizar las medidas oportunas, cuando el derecho a voto de un número más o menos considerable de gente de Galicia puede no verse garantizado.
En principio, el cierre de 5 días no afectará a las elecciones gallegas del próximo domingo 12 de julio a la cuasi-totalidad de la población de A Mariña. No obstante, si tendrían problemas aproximadamente 600 personas relacionadas con el brote y que permanecen confinadas. Si bien son, a día de hoy, 85 las personas obligadas a guardar cuarentena durante 14 días, los algo más de 500 restantes deberán permanecer en sus casas bajo el asesoramiento de la Plataforma de Vixilancia Epidemiolóxica y los servicios de medicina preventiva.
Sanidade declaró el viernes que en función de la evolución de la pandemia y de acuerdo con la Junta electoral, se realizarán las indicaciones pertinentes sobre los confinados.
Hay que garantizar el derecho al voto de todos los ciudadanos. Máxime cuando el plazo del voto por correo ha expirado. Activar protocolos debidos a tal fin, ante la situación excepcional, que hoy es de 600, pero mañana podrían ser muchos más, incluso toda el área, de agudizarse el problema. Sin duda, las elecciones han de celebrarse y urge, puesto que la situación de aquí a unos meses podría empeorar notablemente y hacerlas imposibles. Ora bien, con la participación de todos, sin excepciones.
La aplicación estricta de los valores democráticos junto con la defensa a ultranza de los derechos individuales debe ser axioma de cualquier gobierno, sea del color que sea. La credibilidad de la decisión del pueblo gallego está en juego y cerraría de un plumazo las posibles suspicacias que esto, pudiese generar.
Estamos a tiempo de adoptar las medidas pertinentes que garanticen el derecho a voto para este sector de población. Una situación excepcional exige medidas excepcionales. Se debe actuar ya. Sin duda no hay mala fe, pero la defensa del voto de todos sería el mejor ejemplo y una clara demostración de eficacia. Aguardamos soluciones y esperamos la mejoría del área de A Mariña.
Por.- ALEJANDRO LUIS OTERO JAMARDO