El Gobierno griego ha confirmado este martes que al menos 18 inmigrantes irregulares han muerto carbonizados en un bosque cerca de la frontera con Turquía en uno de los descontrolados incendios forestales que arrasan Grecia desde el pasado sábado. El río Evros, frontera natural entre los dos países, es uno de los puntos de entrada a la Unión Europea que emplean los inmigrantes y refugiados que huyen de la guerra y de la miseria en sus países. La policía griega ya ha activado un equipo de reconocimiento de víctimas y ha comenzado a investigar lo sucedido. En la zona se han evacuado varias poblaciones debido a la cercanía de las llamas, azuzadas por las altas temperaturas, la sequía y los fuertes vientos. Las autoridades griegas temen que en los próximos días aumente el número de personas muertas en el denso bosque de Dadia.
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