La situación en el paso fronterizo de Rafah, entre la Franja de Gaza y Egipto, es caótica. Los ataques israelíes están golpeando la zona. Mientras tanto, la ayuda humanitaria está paralizada.
El bombardeo más reciente en el paso fronterizo ocurrió este lunes, en el décimo día de la guerra entre Israel y Hamás. Tres ataques israelíes ya habían golpeado la zona.
Los gazatíes se agolpaban en el cruce con la esperanza de una apertura para escapar de Gaza o recibir ayuda humanitaria.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, negó haber acordado un alto al fuego para abrir un corredor humanitario.
Egipto controla el cruce fronterizo de Rafah, el único paso de entrada y salida de Gaza no manejado por Israel. Las autoridades egipcias dijeron que habían «reiterado su petición» a las autoridades israelíes de que suministraran ayuda humanitaria.
Con el cruce cerrado, está bloqueada la llegada de los convoyes de ayuda de un lado de la frontera, y la salida de los gazatíes de la otra. Por ahora, solo algunos camiones cisterna de Naciones Unidas han cruzado a Egipto desde Gaza para recoger suministros de combustible para el enclave asediado.
Según Naciones Unidas, hay un millón de civiles desplazados en Gaza.