Por lo menos diez personas murieron y 70 fueron detenidas en la ola de violencia ejercida por grupos armados vinculados con el narcotráfico que se extiende por Ecuador. El presidente del país, Daniel Noboa, declaró la existencia de un conflicto armado a nivel nacional y desplegó el ejército para retomar el control de la situación.
Los trece asaltantes del canal de televisión TC de Guayaquil salían detenidos de las instalaciones del medio de comunicación. Horas antes, encapuchados y fuertemente armados habían tomado los estudios mientras se emitía en directo el principal informativo diario.
En esta ocasión no hubo víctimas mortales, pero sí en otros lugares del país donde por lo menos diez personas murieron en distintos ataques registrados en la ciudad de Guayaquil, la más poblada del país, y en la vecina Nobol.
A pesar de estar en vigor el estado de excepción, el presidente Daniel Noboa declaró la existencia de un conflicto armado interno y ordenó al ejército desmantelar los 22 grupos criminales responsables de la ola de violencia.