
“Las protestas, la presión de los compañeros de Atención Primaria, de profesionales sanitarios, la dimisión de los jefes de servicio del área de Vigo, la movilización de la ciudadanía… Estamos convencidos de que todo ha influido para que el Sergas se comprometa ahora a cosas que llevamos pidiendo desde hace años”, asegura José Luis Jiménez, presidente del Consejo Gallego de Colegios de Médicos. “Entre los profesionales hay desconfianza con el Sergas y entre nosotros, también, porque hay muchas cosas que ya fueron escritas antes y quedaron en nada”, explica.
De hecho, y a pesar de estas últimas promesas del Sergas, la huelga convocada por la Coordinadora Gallega de Atención Primaria (CGAP) para los días 9, 10 y 11 de abril sigue acumulando apoyos en varias asambleas, tanto de sindicatos como de diferentes colectivos. Y continúa adelante a pesar de un documento en el que no se reconocen la mayoría, aunque reconozcan “pequeños avances”, y que creen otra “táctica del Gobierno gallego para dividir y desmobilizar”.