Una amplia coalición de naciones democráticas ha respaldado la formación de un tribunal especial para juzgar el crimen de agresión contra Ucrania, un poderoso gesto simbólico que marca el Día de Europa y que se enfrentará a formidables desafíos para cumplir su misión.
La aprobación política, que consolida más de dos años de trabajo entre bastidores entre asesores jurídicos, se selló el viernes por la tarde durante una visita de los ministros de Asuntos Exteriores a Leópolis, la mayor ciudad del oeste de Ucrania.
La ocasión reunió a enviados de casi 40 naciones europeas y no europeas, junto con representantes de las instituciones de la UE y del Consejo de Europa. Participaron el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, y el ministro de Asuntos Exteriores, Andrii Sybiha. La ausencia más clamorosa fue la de Estados Unidos, muy implicado en las discusiones durante la Administración Biden pero que cambió de rumbo bajo Donald Trump.
David Lammy, ministro británico de Asuntos Exteriores, declaró: «Está absolutamente claro que cuando termine esta guerra, quienes la han perpetrado en Rusia deberán rendir cuentas por sus crímenes de agresión y sus crímenes contra la humanidad».