Multitudes de manifestantes israelíes marcharon por las calles de Tel Aviv durante el fin de semana y se concentraron ante las oficinas diplomáticas de Estados Unidos para exigir ayuda para detener el polémico plan del primer ministro Benjamin Netanyahu de revisar el sistema judicial del país. Según los opositores, el proyecto de reforma de la Justicia limitaría los poderes de la Corte Suprema, daría control de la selección de jueces al Gobierno, y debilitaría la separación de poderes del país. La reforma legal ha provocado un revuelo sin precedentes, con semanas de manifestaciones masivas, críticas de juristas, empresarios y responsables de seguridad, así como la preocupación de aliados internacionales. Según medios, aproximadamente 150.000 personas se concentraron en Tel Aviv, núcleo de las manifestaciones que ya se repiten por novena semana seguida.