Los hospitales portugueses están al borde del colapso, las UCI tienen una ocupación de más del 90% y faltan profesionales sanitarios. Los enfermos que siguen llegando cada día son atendidos en las propias ambulancias. Algunos hospitales están moviendo pacientes a otros centros donde aún quedan camas libres y oxígeno. El nuevo estado de emergencia aprobado en el Parlamento busca un poco de alivio para esta situación. Permite contratar sanitarios jubilados o extranjeros, cierra las fronteras y prolonga el confinamiento. También cierra los colegios, favoreciendo la enseñanza a través de Internet. Portugal tiene en estos momentos cerca de 300 muertos diarios y la curva de contagios sigue disparada. Supera los 6.600 ingresos y tiene unos 800 pacientes en las UCI. Acumula más de 11.000 fallecidos desde marzo y todo parece indicar que la situación seguirá siendo crítica en las próximas semanas.
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