El consejero de Repsol, Josu Jon Imaz, apuntó que esa cautela inversora puede afectar la dos proyectos estrella nos sus planes de descarbonización: una planta de hidrógeno de 100 megavatios y otra de producciones de combustibles sintéticos en el Puerto de Bilbao.
«Nunca se dijo que se va a ir de España. Nuestro aviso es que si no hay un marco regulatorio estable y previsible, adecuado a nuestro entorno europeo, lógicamente las inversiones tienen que estar en ‘stand by'», dijo el presidente de la compañía, Emiliano López Atxurra, que sostiene que el acuerdo de PSOE y Sumar discrimina el sector energético.
No está de acuerdo la vicepresidenta económica del Gobierno, que apela a los 2.785 millones de euros que ganó Repsol en los primeros nueve meses de este año, y dice que hay margen para una aportación mayor.