Seis buques de desembarco anfibio de las flotas del Báltico y del Norte de la Armada rusa atracaron en Sebastopol este jueves. Participarán en la exhibición de maniobras militares rusas que tendrán lugar en el Mar Negro y en el vecino Mar de Azov la semana que viene. En tierra, Rusia y Bielorrusia iniciaron ejercicios militares.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski, lo calificó de «presión psicológica» y el ministro francés de Asuntos Exteriores Jean-Yves Le Drian de «gesto de gran violencia». Mientras en el Kremlin Vladímir Putin insiste en que no descarta una solución diplomática. El Reino Unido se metió de lleno en la contienda: la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, visitó Moscú y el primer ministro Boris Johnson visitó Polonia, donde prometió enviar tropas británicas.
Estados Unidos también va a enviar equipo militar a Polonia y Rumanía. Ucrania también exhibe su armamento en ejercicios de entrenamiento de asalto cerca de su frontera con Bielorrusia. Entrena masivamente a los reservistas y a cualquier voluntario civil dispuesto a «empuñar el fusil» en defensa del país.