Vecinos de la calle Estrella de Carballo solicitaron presencia policial en la madrugada de este viernes al sábado al detectar la presencia de un joven en actitud violenta a las 3:30 horas. A la llegada de una patrulla de la Policía Local, el joven estaba muy alterado, golpeando el portal de un edificio con una barra de hierro y la consiguiente rotura de los cristales de la puerta de acceso al mismo. En apoyo se sumó una patrulla de la Guardia Civil. Tras ser identificado por los agentes, estos pudieron constatar que el joven tenía en vigor una orden de alejamiento de 300 metros de su progenitora, residente en ese lugar. Por el quebrantamiento de dicha orden el joven fue detenido y trasladado a los calabozos de la Benemérita sin oponer resistencia. Cabe destacar que una orden de alejamiento incluye la prohibición del presunto agresor a aproximarse a la víctima o a algunos de sus familiares. Esto incluye su residencia, su lugar de trabajo y cualquier lugar normalmente frecuentado por los sujetos. También se priva al presunto agresor del derecho a residir en el lugar donde se hubiera cometido el delito o en el que viva la víctima.