El personal que se incorpora se agrupa en dos colectivos. Por una parte, los vinculados directamente con la prevención y extinción de incendios y que forman parte de las brigadas (los bomberos forestales de las categorías de jefes de brigada, bomberos conductores y bomberos juntos con los bomberos conductores de motobomba). Por otra parte, el personal con tareas de apoyo y logística (personal técnico, emisoristas, vigilantes y operadores codificadores).
Hace falta señalar que la incorporación de este personal discontinuo de seis meses supondrá un importante pulo para la ejecución, antes del comienzo del período de alto riesgo, de los trabajos recogidos en el Plan preventivo que ha sido aprobado por la Xunta. Este plan supondrá la inversión de casi 38,8 millones de euros, para actuar en cuando menos unas 60.000 hectáreas de terreno y en unos 5.600 km de pistas forestales y otras vías, además de en casi 4.840 puntos de agua, entre creación de puntos nuevos y mantenimiento de los existentes.