El informe independiente sobre el Partygate, las fiestas ilegales celebradas en Downing Street durante el confinamiento obligatorio por la pandemia de 2020, revela que Boris Johnson y su equipo incumplían reiteradamente las normas que imponían al resto del Reino Unido.
Numerosas fotos muestran al primer ministro y a otras personas en reuniones informales con bebidas mientras sus conciudadanos estaban aislados en sus casas y tenían prohibido visitar incluso a sus familiares enfermos. Boris Johnson, su mujer Carrie o el ministro de Economía Rishi Sunak están entre los 126 multados tras la conclusión de la investigación policial.
Johnson aceptó los hechos pero se negó a dimitir: «Quiero empezar hoy renovando mis disculpas a la Cámara y a todo el país por la breve reunión a la hora del almuerzo el 19 de junio de 2020 en la Sala del Consejo de Ministros, durante la cual ocupé mi lugar en la mesa del gabinete y por la que recibí un aviso de sanción fija. Y también quiero decir, señor Presidente, sobre todo, que asumo toda la responsabilidad por todo lo que ocurrió bajo mi mandato».