Los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) encuentran en Irán uranio altamente enriquecido a un 83,7%, con un grado de pureza cercano al necesario para poder fabricar armas nucleares. Mohammad Eslami, jefe del departamento de energía atómica de Irán, restó importancia al tema asegurando que se trata de una «fluctuación no intencionada». La agencia nuclear de la ONU trata de esclarecer este asunto y ha denunciado además que la desconexión de decenas de cámaras de vigilancia dificultan su labor de control. Los inspectores del OIEA se dieron cuenta además de que los técnicos iraníes habían interconectado algunas centrifugadoras de gas de forma diferente a lo anunciado. Por su parte Irán asegura que enriquece su uranio para aplicaciones médicas.