El secretario general de la ONU, António Guterres, urge a Moscú a «acabar con esta guerra absurda» y advierte que no podrá ocupar todo el país. En Ucrania, los bombardeos rusos sobre la ciudad de Járkov han destruído más de mil edificios, la mayoría en zonas residenciales. Unos 500 civiles han muerto en tres semanas, según fuentes oficiales ucranianas.
«Continuar la guerra en Ucrania es moralmente inaceptable, políticamente indefendible y un sinsentido a nivel militar. Lo que ya dije desde este podio hace casi un mes debería ser aún más evidente en este día. Es hora de detener los combates, de dar una oportunidad a la paz; y de poner fin a esta guerra absurda, declaró Guterres en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, donde pidió negociaciones inmediatas para poner fin a la guerra.