Un informe de la ONU concluye que Rusia ha cometido crímenes de guerra en Ucrania, pero no llega a calificar sus acciones de «genocidio». El informe cita casos de asesinato, tortura y violación de civiles. Los autores dijeron que no había pruebas directas de que estuvieran motivados por una intención genocida, pero que merecían una investigación más a fondo. La Comisión concluyó además que las oleadas de ataques de Rusia a las infraestructuras energéticas e hidráulicas de Ucrania también pueden constituir crímenes de lesa humanidad. Esta es la investigación internacional de más alto nivel hasta ahora.